De Jerusalen a Jericó, el Camino del Buen Samaritano.

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En esta sección encontrarás los capítulos conforman este texto temático que lleva por nombre «De Jerusalen a Jericó, el Camino del Buen Samaritano».

La Biblia nos narra una de las tantas parábolas que Jesús uso para enseñar sobre el Reino de los cielos, en esta parábola en particular el Señor ha capturado mi atención y me ha llevado a escribir este texto que estoy seguro que Él Señor usará para sus propósitos, a través de estas páginas iremos descubriendo la abundante enseñanza que el Señor nos da a través de este pasaje, que esta narrado en Lucas 10:25-37.

Mi mayor anhelo es que el Señor te hable y transforme tu entendimiento con estas enseñanzas. El propósito de Jesús fue ejemplificarle al intérprete de la ley sobre como podía ganar la viva eterna, cuando este pregunto ¿Y quién es mi prójimo? Lucas 10:29

Para responder a esta pregunta Jesús le narro la parábola del buen Samaritano.

Lucas 10:25-37

25 Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna? 26 Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? 27 Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. 28 Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás.29 Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo? 30 Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. 31 Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. 32 Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo. 33 Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; 34 y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. 35 Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese. 36 ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? 37 Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.

Reina-Valera 1960 (RVR1960)

A continuación podrás ver todos los capítulos de este texto, en donde podremos comprender la profundidad de esta enseñanza, Dios te bendiga.

Capítulo 1. Movidos a misericordia.

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Capítulo 2. Las vendas y el aceite, del buen Samaritano.

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